Mueve la rueda de tu existencia.
Lo que sabemos del alma lo sabemos por sus huellas en el agua.
Las aguas, el lugar desde el que miramos y somos vistos por esa misma mirada.
¿Qué se hace visible en tu reflejo que vuelva a mover la rueda?

¿Recuerdas Sumeria?
El descenso de Inanna al inframundo…. cuando ella nos invita a descender a nuestras sombras para el encuentro con la diosa del sexo, lo prohibido, lo moral, Las leyes del inframundo dictaban que, con la excepción de los mensajeros designados, aquellos que entraban no podían salir…
Salir de igual forma que Entrar…

“De repente me ví transportado a un lugar donde mis sentidos iban más allá de lo que podía captar, la imaginación se apoderaba de ellos, a veces, eran su herramienta para dar sentido a esta existencia creada. Me vi rodeado de cariño. Me vi perdido en el bosque.
Y, por un momento, me sentí muerto, pero con consciencia.
Y después de sentir la lluvia volví a la vida.”

Inspirado en las cuatro fases de la mujer.
El laberinto propone una experiencia sensorial, en la que la viajera transitará las distintas etapas de su vida, a través de un viaje que toca dis:ntos estratos de la memoria y del tiempo. La luna, los ciclos, los arquetipos y los mitos son el hilo conductor en este misterio que encierra lo femenino, en este laberinto de ser mujer.
El Laberinto se compone de cuatro cámaras esenciales más una entrada o introducción, y una cámara de descomprensión.